JJOO 2012 - MASCULINO - FINALES

Estados Unidos en gran final derrotó a España y se quedó con el oro Olímpico.
Estados Unidos 107 - España 100.



Costó más de la cuenta, pero finalmente Estados Unidos volvió a quedarse con el oro en la competencia que domina a la perfercción. Combinando juventud y experiencia, los dirigidos por Mike Krzyzewski hicieron pesar su juego individual ante una selección de España que luchó hasta el último segundo.

Fue un partido cambiante, de rachas, en los cuales se intercambiaron el dominio en el marcador. Estados Unidos comenzó mejor, apostando al juego interior, con mucha rotación, con jugadores que buscaron permanentemente cargar el rebote ofensivo, y extrañamente con distribución de balón. España tuvo dificultades para defender, dejó espacios en la última línea y le dio segundas chances a su rival que estuvo muy fino de afuera ante una marcada defensa zonal. Y en ataque, los de Scariolo dependieron en demasía de Juan Carlos Navarro, el único que supo encontrar espacios para lastimar con su tiro frontal. Tras un triple de Durant, un alley oop de Rudy Fernández le devolvió la esperanza a los europeos: 35-27.

Cuando los hermanos Gasol comenzaron a ganar en la pintura el juego se equilibro, España encadenó una racha y se fue acercando hasta que llegó a pasar al frente sobre el final del primer tiempo. Fernández se sumó a Navarro, y Marc Gasol comenzó a pesar. Estados Unidos perdió varios balones, no tuvo lucidez y vio como la diferencia se acortaba. Un triple de Sergio Rodríguez le permitió pasar al frente a España (39-37) cuando restaban 7m24s. De allí hasta el final de la etapa el juego ganó en emoción. Con un lanzamiento externo de Williams, Estados Unidos tomó una distancia que daba la impresión que le permitiría cerrar mejor el primer tiempo (58-51 restando 1m40s), pero España no se entregó, y terminó estableciendo un parcial de 8-1 tras una falta antideportiva que le cobraron a Iguodala sobre Fernández. El primer tiempo finalizó con una mínima ventaja para Estados Unidos: 59-58.

El desgaste fue notorio, pero España siguió batallando y desplegando un basquet intenso ante un rival dispuesto a tirar todo. Tras quedar cuatro abajo (62-58), Pau Gasol tomó la posta, comenzó a desgastar a Chandler y Love, y los europeos pasaron al frente por 68-66. Pero indudablemente que Estados Unidos tiene recursos suficientes, emergió Kevin Durant para dar vuelta el partido, y aún cuando España se mantuvo cerca el alero del Thunder fue afinando la mano que sería clave en el último parcial: 83-82.

España jamás se entregó, le puso alma y corazón, pero de a poco la balaza se fue inclinando en favor de los dirigidos por Krzyzewski. Restando 6m24s Durante clavó un triple que llevó la ventaja a siete (93-86) y que jamás se pudo revertir. Pau Gasol, Navarro y Fernández emergieron sobre el final, pero no había vuelta atrás, Estados Unidos con sus individualidades fue cerrando el juego para quedarse con el oro por decimocuarta vez en la historia.

Sintesis
Estados Unidos (107): Paul 11, Bryant 17, James 19, Durant 30 y Chandler (FI); 9, Westbrook 3, Williams 6, Iguodala 0, Love 9, Harden 2, Davis 0 y Anthony 8. Entrenador: Mike Krzyzewski.
España (100): Calderón 0, Navarro 21, Fernández 14, Pau Gasol 24 y Marc Gasol 17 (FI); Rodríguez 7, Reyes 0, Claver 0, San Emeterio 0, Llull 5, Ibaka 12 y Sada 0. Entrenador: Sergio Scariolo.
Cuartos: 35-27, 24-31, 24-24 y 24-18.
Arbitros: Cristiano Maranho (BRA), Christos Christodoulou (GRE) y Michael Aylen (AUS).
Estadio: North Greenwich Arena, Londres - Reino Unido.

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Bronce para Rusia al vencer a Argentina.

Rusia 81 - Argentina 77

Nocioni encesta ante Kirilenko

Era difícil la parada. Rusia venía de perder ante España las semis, más por carácter que por juego, mientras que Argentina llegaba tras una amplia caída contra Estados Unidos. Pero éste era el partido por la medalla de bronce. Lo previo no contaba.

Argentina empezó bien, luego de un parcial de 4-8 y, tras acomodarse en defensa, yendo los cinco al rebote (dominar ese aspecto era clave), y con un par de aciertos de tres puntos de Ginóbili y otro de Delfino, pasó al frente 14-12. 

No le sirvió para manejar el juego, porque no tenía forma de hacer entrar en partido a Scola, doblado permanentemente por los rusos cuando recibía cerca del cesto. Esa la principal estrategia de Blatt: que Scola no anote.

Nocioni hacía un enorme trabajo defensivo y de colaboración en los rebotes, pero el problema estaba en ataque, donde Argentina quedaba bastante limitado al tiro de tres puntos. 

Por eso, después de alejarse 27-21, y Lamas verse obligado a dejar en la banca a Manu y Scola por sumar 2 faltas (también Delfino), Rusia aprovechó para castigar 12-0, con un par de corridas y buenas defensas.

De ese 27, a Argentina le costó muchísimo salir. Lo hizo por una vía no tradicional acá, aunque sí en nuestro país: Leo Gutiérrez. El máximo campeón de la historia de la Liga encontró una quintita en la punta izquierda y clavó dos bombas seguidas para igualar en 33, lo que sumado a un robo y otro triple de Delfino, le dieron a Argentina un 9-0 que puso las cosas en su lugar.

Shved estaba en una noche superior a la media, sobre todo con el tiro, y por eso Rusia, que venía cumpliendo un gran trabajo defensivo, se fue al medio tiempo con 2 de ventaja, gracias al tercer triple del irregular base, 40-38.

El tercer cuarto fue dramático. Argentina no podía destrabar la ofensiva, más allá de buenos pases, porque Scola seguía lejos del juego (nunca pudo tirar cómodo cerca del aro, sí de cinco metros), y porque las faltas seguían complicando, además del desgaste físico.

Rusia aprovechó su mayor rotación y su presencia física para poner en un gran aprieto a Argentina, sacándole 11 a poco del final del período, y sin luz en el camino argentino a la vista. 

Esa luz, sin embargo, llegó primero con un doble más falta de Ginóbili, un libre de Scola y un triple increíble de Campazzo cuando expiraba el cuarto. Se terminó 57-61, con el ánimo intacto.

Argentina continuó con el repunte hasta que logró igualar en 62-62 cuando quedaban 6m50s. Pero Shved estuvo intratable y terriblemente certero con sus lanzamientos perimetrales, fue el bastión para que su equipo se alejara nuevamente (71-66) a 4m16s del cierre. Presión defensiva, triple de Nocioni primero y de Ginóbili después, Argentina pasó al frente en recta final. Quedaban 2m44s.

No hubo respiro hasta el cierre, Shved volvió a tomar desiciones, pero a diferencia de juegos anteriores lo hizo con determinación y precisión. Quedando 43s Ginóbili dejó a Argentina uno arriba (77-76), solo había que defender el balón ante la ofensiva rusa. 

Blatt pidió tiempo, tras el mismo Shved clavó un triple que fue como una daga para los corazones argentinos que terminó sentenciando un juego increíble que se escapó sobre el final. Nocioni erró de 3, Argentina recuperó el balón, pero Prigioni recibió una falta (no sancionada), que terminó con pérdida y definición en bandeja de Fridzon, para el 81-77 final.
 

Argentina (77): Prigioni 3, Ginóbili 21, Delfino 15, Nocioni 16 y Scola 11 (FI); Jasen 0, Juan Gutiérrez 2, Leonardo Gutiérrez 6 y Campazzo 3. DT: Julio Lamas.
Rusia (81): Shved 25, Ponkrashov 0, Kirilenko 20, Khryapa 9 y Kaun 6 (FI); Fridzon 19, Monya 2 y Mozgov 0. DT: David Blatt. 
Cuartos: 20-19, 38-40, 57-61 y 77-81.
Arbitros: Juan Arteaga (ESP), José Carrión (PUR) y William Kennedy (EEUU)
Estadio: North Greenwich Arena.

Fuente: Basquet Plus